jueves, 27 de noviembre de 2014

La Historia de la Marihuana

La marihuana al principioPlantas de Marihuana

La marihuana se ha usado como agente para lograr euforia desde tiempos antiguos se describió en un compendio médico chino que tradicionalmente se considera datar del año 2737 antes de Cristo. Su uso se expandió de la China a la India y luego al norte de Africa y llegó a Europa por lo menos tan temprano como en el año 500 de nuestra era.
La primera referencia directa a un producto cannabis como agente psicoactivo data del año 2737 antes de Cristo, en los escritos del emperador chino Shen Nung. Su enfoque estaba en sus poderes como medicamento para el reumatismo, la gota, la malaria, y extrañamente, para el déficit de atención. Se hizo mensión de las propiedades intoxicantes, pero el valor medicinal se consideraba más importante. En la India sin embargo se usó en forma recreativa. Los musulmanes también la usaron en forma recreativa ya que el consumo de alcohol estaba prohibido por el Korán. Fueron los Musulmanes quienes introdujeron el hachis, cuya popularidad se regó rápidamente por la Persia (Irán) del siglo 12 y el norte de África.

La Marihuana en América

En 1525, los españoles trajeron marihuana al Nuevo Mundo. Los ingleses la introdujeron a Jamestown en 1611 en donde se volvió una cosecha comercial importante a la par del tabaco y se cultivó como fuente de fibra.
hoja de marihuanaPara 1890, el algodón había remplazado al cáñamo como cosecha mayor de efectivo en los estados del sur. Algunas patentes de medicina durante esta era contenían marihuana, pero era un pequeño porcentaje comparado con el número que contenía opio o cocaína. Fue en los años 1920 que la marihuana empezó a emparejar. Algunos historiadores dicen que la prohibición produjo su auge. Su uso recreativo se restringió a músicos de jazz y a la gente del mundo del entretenimiento. Las canciones “Reefer” (porro) se volvieron la furia del mundo jazz. Los clubes de marihuana, llamados tea pads, “almohadillas de te”, aparecieron por todas las ciudades principales. Estos establecimientos de marihuna eran tolerados por las auroridades porque la marihuana no era ilegal y los parroquianos no daban evidencia de  ponerse pesados o perturbar la comunidad. La marihuana no se consideraba una amenaza social..
La marihuana entró en la farmacopedia de los Estados Unidos desde 1850 hasta 1942 y se prescribía para varias condiciones incluyendo dolores de parto, náusea y reumatismo. Su uso como intoxicante era común desde los años 1850 a los 1930. Una campaña llevada a cabo en los años 1930 por el Bureau Federal de Narcóticos de los Estados Unidos (ahora llamado Bureau de Narcóticos y Drogas Peligrasas) trató de presentar la marihuana como una sustancia poderosa adictiva que  llevaría a los usuarios a adicción a narcoticos. Algunas autoridades aún la consideran una droga “de entrada”. En los años 1950 fue accesorio a la generación “beat”, en los años 1960 la usaron los estudiantes universitarios y los “hippies” y se volvió un símbolo de rebelión contra la autoridad.
La Ley de Control de Sustancias de 1970 clasificó la marihuana junto con la herína y el LSD como una droga de Nivel I, o sea, que tiene relativamente el más alto potencial de abuso y ningún uso médico aceptado. La mayoría de la marihuana en este tiempo venía de México, pero en 1975 el gobierno mexicano acordó erradicar la cosecha usando el herbicida paraquat, lo que trajo temores de efectos secundarios tóxicos. Colombia entonces se volvió el principal proveedor. El clima de “zero tolerancia” de las administraciones de Reagan y de Bush resultaron en la aprobación de leyes estrictas y condenas obligatorias por posesión de marihuana y una elevada vigilancia contra el contrabando en las fronteras del sur. La “guerra a las drogas” de esta manera trajo consigo un cambio de confiar en suministro importado a cultivo doméstico (particularmente en Hawaii y en California). A partir de 1982 la Agencia Anti Drogas concentró altamente su atención en los cultivos de los Estados Unidos, y hubo un cambio a cultivo de las plantas dentro de las casas especialmente desarrollado para tamaño pequeño y alto rendimiento. Después de una década de uso menguante, la fumada de marihuana comenzó una tendencia al alza de nuevo a principios de los años 1990, especialmente entre adolescentes.

Farmacología neurotóxica en el Antiguo Egipto

Los papiros medicinales y mágicos, los textos de los autores de la Antigüedad, así como los datos procedentes de los repertorios iconográficos y de las excavaciones arqueológicas, constituyen todos ellos valiosas fuentes de información que nos permiten una aproximación a los conocimientos de los antiguos egipcios sobre toda una serie de recursos farmacológicos de características neurotóxicas.

Nephentes.
En la Odisea (IV, 219 ss) Helena pretende calmar la aflicción de Telémaco diluyendo en el vino que le ofrece una droga llamada nephentes, que se ha identificado generalmente con un preparado a base de opio o de cannabis:

Al manjar que delante tenían las manos lanzaban cuando Helena, nacida de Zeus, pensó en otra cosa y en el vino que estaban bebiendo les puso una droga, gran remedio de hiel y dolores y alivio de males; beberíalo cualquiera disuelto en colmada vasija y quedara por todo aquel día curado de llantos aunque en él le acaeciera perder a su padre y su madre o cayera el hermano o el hijo querido delante de sus ojos, herido de muerte por mano enemiga. La nacida de Zeus guardaba estos sabios remedios: se los dio Polidamna la esposa de Ton el de Egipto, el país donde el suelo fecundo produce más drogas cuyas mezclas sin fin son mortales las unas, las otras saludables; más todos los hombres allí son expertos en curar, porque traen de Peán su linaje” (TRAD. M. Pabón).

Diodoro de Sicilia (I, 97, 7-9), historiador griego del siglo I a. C., hablando de las viejas relaciones entre Grecia y Egipto menciona que:

“....como prueba de la presencia de Homero en Egipto se aducen varias evidencias, y especialmente la droga que proporciona el olvido de todos los males, que fue dada a Telémaco por Helena en casa de Menelao. Ya que es manifiesto que el Poeta había adquirido un conocimiento exacto de la droga nepentes, que el dice que Helena consiguió de Tebas egipcia, habiéndole sido proporcionada por Polidamna, la mujer de Ton; además se alega, incluso hoy las mujeres de esta ciudad emplean este remedio, y se dice que en tiempos antiguos una droga para curar el miedo y la tristeza fue descubierta en principio entre las mujeres de Diospolis: pero Tebas y Diospolis, se añade, son la misma ciudad”.

En una excavación arqueológica reciente se ha descubierto una antigua escuela en la que los alumnos, siguiendo las instrucciones del maestro, escribían una serie de textos en la pared. Uno de ellos es el celébre pasaje de la Odisea donde se hace alusión a esta droga: Archaeologists working in the western desert of Egypt have discovered a school dating back about 1,700 years that contains ancient Greek writings on its walls, including a text about ancient drug use that references Homer's "The Odyssey."

Se ha pensado en algún derivado del opio o del cannabis, entre otras posibles drogas, como el ingrediente pincipal del nephentes homérico.

Adormidera.

Las menciones en los documentos procedentes de Egipto, en donde se utilizaba como sedante, anestésico y narcótico, han sido recopiladas por S. Gabra (1954-5) y parece bastante seguro que el opio comenzaba ya a ser producido localmente durante el reinado de Amenhotep III. Su conocimiento está bien documentado en épocas anteriores al Imperio Nuevo, que comienza con la Dinastia XIII. No faltan menciones en los papiros Smith y Ebers, que son copias de textos escritos durante el Imperio Antiguo.
Procedente de la necrópolis de Dehir el Medina se halló una cápsula de adormidera sin cortar, supuestamente datada en época de Tutmosis III (Merilles, 1968: 155), y en la tumba del arquitecto Kha también en Deir el-Medina, que murió durante el reinado de Amenhotep III, su estatua de culto lleva sobre los hombros un collar realizado enteramente con cápsulas de adormidera. En este enterramiento los investigadores han encontrado, procedentes de algunos recipientes, restos de alcaloides, como la morfina y la hiosciamina, que sugieren que alguna vez estuvieron en contacto con substancias derivadas de la adormidera y de alguna solanácea, tal vez la mandrágora, planta que, por cierto, interviene entre los motivos que decoran el respaldo de la silla encontrada en la misma tumba. No es un hecho aislado.

También en la tumba del faraón Siptah y de la reina Tausrit de la VIII Dinastía se ha encontrado pendientes que representan cápsulas de adormideras (Leca, 1986: 342). En El Amarna algunos colgantes muestran la parte superior de la cápsula de la adormidera y un collar lleva perlas con la forma de estas cápsulas (Gabra, 1956: 43). En el Museo del Louvre, se conserva un pequeño vaso de pasta azul esmaltada, procedente también de El Amarna, cuya forma es similar a tales cápsulas.

Cannabis.
Tampoco escasean las evidencias sobre el cannabis. Según podemos leer en Ancient Egypt and Cannabis: The Papyrus Ramesseum III contains one of the oldest mentions of Cannabis. Instructions on preparing Cannabis and guidelines for treatment can also be found in the Chester-Beatty VI (Medical) Papyrus (1,300 BC), the Berlin papyus (1300 BC), the Hearst papyrus (1550 BC), the Vienna papyrus (220 AD), and others. There is a hieroglyph regarded as "shemshemet" which means Cannabis. Many other ancient societies have left references to this plant found in ancient Sumerian, Chinese, Persian, Greek, and Hebrew texts. 

En el Antiguo Egipto se ha detectado la presencia de cannabonoides en cadáveres egipcios de diferentes tumbas procedentes del Primer Periodo Intermedio y de la época Ptolemaica y romana (Balanova ea, 1992). Dado que los mismos análísis descubrieron también restos de tabaco y cocaína en las momias examinadas, se ha desatado una gran polémica, que no llega a afectar tanto a la idoneidad de las técnicas empleadas cuanto a la imposibilidad de la presencia de tales sustancias procedentes del Nuevo Mundo por aquellas fechas y a la posibilidad de una contaminación posterior de los especímenes examinados. No obstante, reecientemente se ha descubierto cannabis en la tumba de Amenofis IV en El Amarna y su polen ha sido identificado en la momia de Ramses II (Manniche, 1999: 82).

Mandrágora.
La mandrágora (Mandragora officinarum) contiene alcaloides como la hiosciamina, la atropina y la escapolomina. Su raíz es de aspecto antropomorfo y es la única parte de la planta que tiene efectos psicoactivos. Era utilizada como un anestésico en Egipto (Kamal, 1965: 288-289), donde aparece en un relive de Amenofis IV así como en algunas pinturas murales de varias tumbas tebanas de la Dinastía XVIII (Emboden, 1981). Según parece era la planta didi que mencionan algunos textos del Imperio Nuevo, aunque sobre esto existe cierta discusión. En el Papiro Leiden (I-383) se encuentra un fórmula que, administrada con vino, era utilizada como un potente inductor del sueño.

La mandrágora, el loto y la adormidera están presentes en un escena grabada en el trono de Tutankamón (Manniche, 1993: 117). El ritual funerario, incluyendo los ornamentos y los enseres con que se dotaban las tumbas de las Dinastías del Imperio Nuevo, muestra la presencia frecuente de mandrágoras y amapolas rojas de gran tamaño. En el anexo de la tumba de Tutankhamon se hallaron diversos cestos llenos de bayas de mandrágora que habrían sido destinadas a satisfacer las necesidades del rey durante su vida en el Más Allá. También en una tumba de la XVIII Dinastía perteneciente a un alto oficial de Menfis, llamado Maya, se ha encontrado una jarra que según la inscripción que portaba contenía dos litros de una poción aceitosa, uno de cuyos ingredientes era la mandrágora.

Beleño.
Tampoco pasaron desapercibidas las propiedades y efectos del beleño negro (Hyoscyamus niger), planta que contiene alcaloides como la hiosciamina, la atropina y la escopolamina, aunque en menor proporción que otras solanáceas. Es mencionado en el Papiro Ebers y fue conocido también en Mesopotamia donde, además de por sus aplicaciones medicinales, era utilizado por los babilonios y asirios como alucinógeno. Bajo sus efectos, sacerdotes y adivinos hacían profecías y los “hombres santos” veían visiones. Los persas lo utilizaron como sedante, analgésico y abortivo (Bundahisn, 4, 20). Con solo variar la dosis se convertía en un potente inductor de trances extáticos. Podía hacer enloquecer, como afirma Jenofonte (Oecom., I, 2):

“...a no ser que estemos dispuestos a afirmar que es un bien el beleño, que vuelve loco a los que lo comen.” (TRAD. J. Zaragoza).

y provocaba sueños pesados, por lo que se le tenía por muy peligroso. Se le conocía con nombres como apollinaris herba y uaticina herba. De sus propidades nos hablan, además, Plinio (Nat. His., XXV, 35, 77, cfr: XXV, 30 y XXIII, 94) y Disocórides (De mat. med., VI, 15).

Estramonio.
También era conocido el estramonio (Datura stramonium), cuyos alcaloides son la escopolamina, la hioscimina y atropina, y que aparece mencionado en textos egipcios y fue ampliamente utilizado por los hechiceros y exorcitas de la Antigüedad, de donde pasó a formar parte de uno de los ungüentos más utilizados por la brujeria del Medioevo. Teofrastro (Hist. Plant., IX, 8, 6) habla de sus poderosos efectos y de su utilización para curar ciertos males de la psique:

La especie que origina locura y que unos llaman estramonio y otros perittón tiene una raíz blanca, hueca y de un codo aproximadamente de longitud. De ésta se le da al enfermo una dracma, si se presenta con aspecto festivo y se considera así mismo persona excelente; pero, si esta loco de remate y padece alucinaciones, hay que darle dos dracmas, pero, si no cesa en su insania, tres, y dicen que hay que mezclar con esta cantidad jugo de centaurea salonitiana.” (TRAD. J.Mª Diaz-Regañon).

Una conocida estela egipcia muestra al dios Horus emanando del disco solar que le corona rayos en forma de lo que claramente parecen flores de estramonio. This explanation, like so many others relating to Tuth-Shena and Horus, might seem specious were it not for the other, associated plants that have psychoactive properties: the central flower and leaf of Nymphaea caerulea; at the foot of Horus, the unguent jar wrapped with the narcotic water lily bud; the strand of grapes and their leaves hanging from the opposite side of the supporting pedestal upon which offerings rest; the four repeated representations of a cleft water lily leaf in the series of glyphs at the right-hand margin. It is the realm of the dead, evidenced by the resin cone on the head of Tuth-Shena. The light is the light of Horus, realized in the psychoactive flowers of Datura which "illuminate" Tuth-Shena in allegorical fashion. It is the power of Horus before which she throws up her hands in awe. Vitis, Nymphaea, and Datura are the intoxicating elements portrayed in this scene of shamanic manifestation.

Inciensos neurotóxicos.
Del incienso se ha dicho que “sus aromas estimulan la mente de forma incosnciente mediante la imitación de las feromonas sexuales” (D. M. Stoddart, El mono perfumado. Biología y cultura del olor humano, Madrid, 1994: 261) Algunos inciensos estaban preparados para ejercer un efecto determinado sobre el espíritu. Era creencia extendida entre los filosofos y hombres de ciencia que algunos inciensos poseían propiedades perturbadoras del ánimo y la mente. Tal parece haber sido el caso del kyphi, un compuesto psicoactivo que se utilizaba en ritos y ceremonias y que es mencionado en los papiros egipcios de magia de época helenística. Es citado por Dioscórides (De mat. med., I, 23) y Plutarco (De Isis et Os.) nos habla de él con más detalle:

El Kyphi es perfume cuya mezcla está compuesta de diez y seis especies de substancias: miel, vino, pasas, juncia, resina, mirra, palo-rosa, seseli; se le añade lentisco, brea, junco oloroso, romaza, y, además de todo eso, enebro gigante y enano (porque ya sabéis que hay dos especies), cardamomo y cálamo. Estos diversos ingredientes no se mezclan al azar, sino, de acuerdo con fórmulas indicadas en los libros santos, que se leen a aquellos que preparan este perfume a medida que mezclan las substancias que lo componen. En cuanto al número diez y seis, parece haber sido adoptado a propósito, puesto que es el cuadrado y el único entre todos cuya figura, al tener todos sus lados iguales, ofrece un perímetro igual a su área, aunque esta propiedad desde luego no importa al efecto esperado. Pero, como la mayor parte de esas substancias mezcladas tienen virtud aromática, de ellas se desprende un soplo suave y salutífero. Bajo sus influencias, el estado del aire cambia, y el cuerpo, suave y agradablemente bañado por sus emanaciones, se deja caer en el sueño adquiriendo disposición evocadora. Las aflicciones y vehemencias producidas por las inquietudes cotidianas se debilitan como lazos que se aflojan, disipándose sin la ayuda de la embriaguez para recibir ensueños, se pulen y bruñen como un espejo. El efecto obtenido es tan purificador como el que alcanzaban, pulsando la lira, los pitagóricos antes entregarse al sueño, apaciguando y encauzando de este modo el elemento instintivo y apasionado de su alma.”

Resulta claro que el ingrediente psicoactivo del kyphi no es otro que el aceite de los enebros, pincipalmente el Juniperus oxycedrus, que contiene una esencia similar al tanacetol, de gran potencial estimulante y psicoactivo. El tanacenol, tambien denominado thujol, es el principal componente del aceite del cedro blanco del norte (Thuja occidentalis) y del cedro rojo (Thuja plicata) y se encuentra también en el crisantemo vulgar (Tanacetum vulgare) o atanasia. Cualquier repertorio de farmacología botánica nos dirá que también se le conoce como thujol, thuyol, absinthol, thuyone, tanacetol, y tanacetona, por lo que forma parte de los aceites esenciales del ajenjo o artemisia y la sabina albar (Juniperus thurifera). En dosis altas resulta un potente alucinógeno. Muchos de los inciensos elaborados en el Próximo Oriente y utilizados en celebraciones extáticas o rituales de adivinación, contenían, entre sus ingredientes, aceite de cedro.

El loto egipcio.
Un caso especial es el que corresponde a la más representativa de las plantas nilóticas, el loto (Nymphaea lotus) que era considerada por los antiguos egipcios una planta sagrada que simbolizaba la inmortalidad y la resurrección. Durante mucho tiempo, primero los botánicos y luego los egiptólogos han ignorado sus propiedades farmacológicas, señaladas sin embargo en el Papiro Ebers, pero lo cierto es que contiene potentes alcaloides narcóticos, aphomorphina, nympherina,nuciferinanupharidina y alfa-nupharidina, tanto en las flores como en los rizomas, que no son disolubles en agua sino en alcohol. Dioscórides (De matmed.III, 142) habla de sus efectos narcóticos como inductor de sueños. Los alcaloides del loto pueden llegar a tener propiedades psicoactivas para inducir alucinaciones o un tipo de sueño muy vívido. Al parecer, la mayor concentración de alcaloides psicocativos se da en las yemas y en el rizoma de la planta y se ha reportado su carácter acumulativo, de tal manera que un uso continuado provocaría mayores efectos.

La asociación del vino y del loto es particularmente frecuente en Egipto durante el Imperio Nuevo. La iconografía nos muestra las jarras de vino rodeadas de sus flores. En ocasiones la flor de loto se halla suspendida encima del recipiente y otras veces se encuentra en el cuello de este. Otras veces las escenas de banquetes muestran como jóvenes sirvientas mezclan el contenido de pequeñas jarritas en recipientes para beber mucho más grandes. Como ha sido observado (Harer, 1985), esto podría ser un indicio de que los antiguos egipcioselaboraban un licor de propiedades narcóticas con los alcaloides del loto. Frecuentemente aparece asociada a la mandrágora y a la adormidera. Su presencia en diversos rituales de carácter extático, como ocurre tambien en el mundo maya, está bien documentada en las pinturas de las tumbas egipcias y en algunos escritos sagrados y mágicos, como el Papiro de Ani, más conocido como el "Libro de la Muerte" lo que refuerza la hipótesis de su utilización por sus propiedades psicoactivas (W. A. Embodem, "The Sacred Narcotic Lily of the Nile: Nymphaea caerulea", Ecomomic Botany, 32, 4, 1978, pp. 395-407; E. Bertol et al., "Nymphaea cults in ancient Egypt and the New World: a lesson in empirical pharmacology", Journal of the Royal Society of Medicine, 97, 2004, pp. 84.85).

En esta ocasión, ha sido el conocimiento farmacológico de las propiedades de la planta lo que ha permitido una lectura, en clave enteógenica (Emboden, 1981 y 1989), de algunas de sus manifestaciones iconográficas, que sin duda no resultaban ningún secreto para los antiguos egipcios.

Acacia.
En el mito, Horus, forma en la que renace Osiris, aparece asociado a un árbol sagrado que según Los Textos de las Pirámides (436a-b), no era otro que la acacia, del que se decía que contenía la vida y la muerte y que había servido como protección al dios-niño (Buhl, 1947: 86). Resulta que determinadas especies de acacia contienen alcaloides muy activos que producen efectos bastante similares a otros enteógenos, lo que podría resultar esclarecedor si alguna de estas variedades se daba en el antiguo Egipto. A este respecto resultará interesante saber que algunas subespecies que crecen en el desierto del Sinaí y el Neguev, como son Acacia albida, Acacia lactea y Acacia tortilis contienen DMT, asi 
como también Acacia seyal yAcacia nilotica que crecen en Egipto. Un brebaje similar al ayahuasca ha podido ser utilizado a partir de la combinación de los alcaloides presentes en la acacia, árbol de gran importancia en la Biblia (atzei shittim= árboles de acacia) y el Antiguo Egipto y tres de cuyas subespecies (Acacia albida, Acacia lactea y Acacia tortilis) que crecen en el sur de Israel (Neguev) y el Sinaí contienen DMT (Dimethyltryptamine, que es un poderoso alucinógeno) y Peganum Harmala, que, curiosamente crece de forma abundante delante de las cuevas de Qumra, hogar de los esenios y lugar del famoso hallazgo de los Manuscritos del Mar Muerto.

viernes, 24 de octubre de 2014

¿Por qué los jóvenes consumen drogas?

La placentera sensación de consumir una droga puede acarrear, a la larga, serios problemas de salud, especialmente en los jóvenes.
A la larga, el consumo de drogas provoca depresión y aislamiento.
A la larga, el consumo de drogas provoca depresión y aislamiento.
Foto: EFE
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Qué buscan los jóvenes al consumir alguna droga? La respuesta es simple: placer. Ya sea con sustancias legales como el alcohol y el tabaco o con ilegales como los inhalables, la cocaína, la heroína o la marihuana, los usuarios buscan las sensaciones de bienestar inducidas por el consumo.
Todas las drogas que producen adicción tienen la característica en común de liberar dopamina, un neurotransmisor que, al estimular el sistema nervioso central, provoca alegría, desinhibición y, en algunos casos, falta de cansancio y una mayor facilidad para concentrarse, explicó el psiquiatra Serapio Palma Patricio, médico especialista en adicciones.
Sin embargo, advirtió: “el uso continuado de drogas produce cambios en el estado de ánimo; las personas sufren tristeza, desmotivación y falta de energía; pierden el interés en actividades que antes les agradaban, dejan de asearse y duermen mucho tiempo. Hay cambios en su conducta, se vuelven irritables y poco tolerantes a la frustración”.
Estas modificaciones en el comportamiento, dice, tienen como trasfondo una alteración en el equilibro de los neurotransmisores, moléculas que transportan la información entre las neuronas y provocan la estimulación o la inhibición de diversas áreas del cerebro que regulan nuestro comportamiento.

Las consecuencias del consumo

En general, la presencia continua de dopamina en el organismo provoca que las personas se vuelvan dependientes de ella. “Después de determinado tiempo, las sustancias, sobre todo el alcohol y el tabaco, producen algo que se conoce como síndrome de abstinencia. El cuerpo tiene una serie de manifestaciones físicas que van desde temblor, taquicardia y sudoración de las manos, hasta una fuerte necesidad de consumir”.
Al usar la droga de nueva cuenta, afirmó el especialista, disminuyen los síntomas, con lo que el ciclo vuelve a comenzar. A largo plazo, la primera enfermedad que se manifiesta es la depresión. También puede haber micro infartos a nivel cerebral, por lo que es frecuente la pérdida de memoria.
Las afectaciones sobre el sistema dopaminérgico, que es a donde llega el común de las sustancias, también pueden inducir alucinaciones, delirios y paranoia. Es probable además que se presenten movimientos involuntarios, temblor o rigidez, señaló el doctor Palma.

Padres alerta

Es importante, recomienda, que los padres de familia y los profesores estén al tanto de los cambios anímicos o de conducta en los niños y los adolescentes, pues el consumo en estas etapas de la vida puede ser particularmente peligroso.
La maduración cerebral termina entre los 22 y los 24 años, por lo que el uso de drogas antes de esta edad puede inhibir el proceso de fortalecimiento de los circuitos neuronales, lo que genera algunos de los problemas que hemos mencionado.
En el mismo sentido, la experiencia muestra que los hijos de mujeres que consumen durante el embarazo son irritables, hiperactivos y pueden tener problemas para dormir. Una de las enfermedades asociadas al consumo de drogas durante la gestación es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
En general, concluyó el experto, las drogas tienen la potencialidad de alterar la salud física y mental de las personas. Para evitar que lleguen a convertirse en un factor que altere la calidad de vida, lo mejor es prevenir y buscar la asesoría de instituciones especializadas.

viernes, 17 de octubre de 2014

Drogas sociales entre los adolescentes

Adicción a las drogas / Consumo drogas en adolescentes
 
Consumo drogas en adolescentes
 
El consumo de algún tipo de droga por parte de los adolescentes, se da, en la gran mayoría de los casos, mediante las denominadas drogas sociales. Estas drogas son el alcohol, el tabaco, la marihuana y la cocaína. A su vez, dentro del punto anterior, el tabaco es la sustancia utilizada por la mayoría en primera instancia, seguida por el alcohol. Estas dos sustancias, tabaco y alcohol, son las más reiteradas en entre los adolescentes.
Son diferentes los factores que pueden llevar a un adolescente, así como a cualquier individuo en otra franja etárea, al consumo de drogas, sean cuales sean las sustancias. Desde aspectos psicológicos, sociales, personales, familiares, curiosidad. Es imposible destacar a un factor sobre los otros.

Factores que influyen en el consumo de drogas

Como decíamos anteriormente, son diversos los factores que pueden llevar a un adolescente a consumir drogas. Así como son diferentes los tipos de drogas que se pueden consumir, recordando que las drogas sociales son las más habituales dentro de esta edad, sin embargo, es de orden destacar que no todas las drogas sociales funcionan y repercuten de la misma manera.
Es habitual escuchar que las drogas sociales, o alguna de las drogas sociales funcionan como puerta de entrada a drogas más peligrosas. Esto se puede considerar como un error. Frecuentemente, no son las drogas en sí mismas las que generan el paso a otras drogas, sean duras o sean de otro tipo, si no que, se puede considerar que son las mismas razones y los mismos factores que llevaron al consumo primario de una droga, los que llevan al consumo de otra más poderosa o diferente.

Tipos de drogas entre adolescentes

El tabaco, el alcohol, la marihuana y la cocaína, son las drogas que, en dicho orden, más se consumen entre adolescentes. Con respecto a esto vale destacar que, la forma de consumo, el lugar de consumo, las circunstancias que se dan para el consumo, son las que determinan los riesgos que se puedan acarrear.
Los peligros con estas sustancias, exceptuando a la marihuana, sustancia que no es letal, se presentan con el abuso y la regularidad con que se consuman. A su vez, tanto el alcohol como el tabaco, son drogas legales, las cuales cuentan con importante publicidad.

jueves, 9 de octubre de 2014

MUNDO SIN DROGAS

QUÉ SON LAS DROGAS

Es toda sustancia que introducida en un ser vivo, por cualquier vía (esnifada, oral o tragada, fumada, inyectada o inhalada), es capaz de modificar una o más funciones del organismo relacionadas con su conducta, comportamiento, juicio, percepción o estado de ánimo.

Dentro de esta definición se encuentran tanto las sustancias legales (alcohol, tabaco, medicamentos...) como las ilegales (cannabis, cocaína, heroína, speed, etc.).

CLASIFICACIÓN DE LAS SUSTANCIAS:
Hay muchas clasificaciones de las drogas, hemos elegido dos o tres porque nos parecen más claras y representativas; son éstas:

1. Drogas legales- drogas ilegales:
Parece que la sociedad donde vivimos y nuestro entorno sólo consideraban como "droga" a las ilegales, cuando las sustancias legalizadas, según la definición anterior, también las consideran "drogas".

    - Drogas legales: cualquier sustancia que se encuentra legalizada en nuestro país, que introducida en un ser vivo es capaz de modificar una o más funciones del organismo. Entre estas sustancias se encuentran: el tabaco, el alcohol, los medicamentos, la cafeína, la teobromina, la teína, etc.

    - Drogas ilegales: cualquier sustancia que se encuentra en nuestro país de una forma ilegal, que su consumo, su compra, su venta y su cultivo o fabricación no está legalizado, que introducida en el ser vivo es capaz de modificar, una o más funciones del organismo. Entre estas sustancias se encuentran: el cannabis y sus derivados, la cocaína, las anfetaminas y sus derivados, las drogas de síntesis, la heroína, el éxtasis líquido (GHB), etc.

2. Según el efecto:
Otra clasificación muy clara es la que se basa en el efecto que producen las sustancias en el cerebro de las personas que las consumen, así nos encontramos con tres tipos de drogas:

- Drogas depresoras del Sistema Nervioso Central: actúa sobre el cerebro entorpeciendo y adormeciendo, ralentizando el propio funcionamiento y el proceso cognitivo de la persona. Entre éstas se encuentran: el alcohol, los derivados opiáceos, como son la heroína, la metadona, la morfina, etc. Los tranquilizantes y los hipnóticos (pastillas o medicamentos para calmar la ansiedad, o para provocar el sueño).

- Drogas estimulantes del Sistema Nervioso Central: actúan sobre el cerebro acelerando su funcionamiento habitual, y provocando un estado de activación que va, desde una mayor dificultad para dormir hasta un estado de hiperactividad después de su consumo. Entre éstas están: anfetaminas, cocaína, nicotina, cafeína, teobromina , teína, etc.

- Drogas perturbadoras del Sistema Nervioso Central: actúan sobre el cerebro trastocando su funcionamiento y provocando distorsiones perceptivas y alucinaciones visuales y acústicas. Entre éstas se encuentran: los alucinógenos (LSD, mescalina, diversas clases de hongos, y de cáctus y algunas variedades de hierbas silvestres), los derivados del cannabis (hachís, marihuana, resina...), y las drogas de síntesis y sus derivados ( MDMA).

¿QUÉ ES LA TOLERANCIA Y LA DEPENDENCIA?
Un uso regular y continuado de estas sustancias puede dar lugar a diversos procesos, entre ellos se encuentran la tolerancia y la dependencia.

1. Tolerancia: es la adaptación que va haciendo nuestro organismo a la sustancia que se consume, de forma que vayamos necesitando más cantidad de esta sustancia para producir los mismos efectos, es decir, lo que en un primer momento conseguíamos con poca cantidad ahora vamos a ir necesitando mayores dosis para conseguir lo mismo, porque nuestro cuerpo se ha ido "acostumbrando".

2. Dependencia: es la necesidad de una persona de consumir una determinada sustancia de una forma habitual, nuestro cuerpo necesita esa dosis para funcionar con normalidad y no presentar síntomas de abstinencia o malestar físico ante sus falta (dependencia física); o como en el caso de la dependencia psicológica para afrontar con normalidad las tareas de su vida cotidiana (ir a trabajar, salir y divertirse el fin de semana o asumir responsabilidades de cada día).

3. Síndrome de abstinencia o "mono": es un conjunto de síntomas dolorosos y desagradables de carácter psíquico y físico que produce una gran angustia y malestar, que sólo parece remediarse con otra ingesta de la sustancia a la que hemos creado adicción.